domingo, 17 de abril de 2011

LAS PERSONAS Y LOS CAMINOS

Ese texto es un homenage de los Amigos de Mochila a personas especiales que encontramos (o reencontramos) en el camino, especialmente a Jackson y Antonio (Los Roques), Beatrice (Caracas), Yelitza (Maracaibo), Jean Carlos y su família (Coro) y a Trilce y su família (Lima).


Caio Fernando Abreu, un escritor brasileño, en un de sus textos, hablando de alguien que no sabe se va a ver otra vez, escribió “a los caminos, yo entrego nuestro encuentro”.


A nosotros, viajeros y caminantes, por las cosas que aprendimos en nuestro viaje por sudamerica, también nos gusta decir “a los encuentros, entrego mi camino”.


En enero de ese año, Flávio, Luana y yo, partimos de Brasil con un plan de viaje por Venezuela, Colombia, Ecuador y Peru.


En nuestra ruta, lugares que nosotros ya imaginábamos increíbles, e quizás lo fueron más que lo imaginábamos, y otros que nos sorpreendieron.


Pero, de todo los encantamientos que nos esperaban en el camino, los que más nos sorpreendieron fueron, sin duda, aquellos que descubrimos en los corazones de las personas de eses países.


Conocemos mucha gente buena en el camino, y algunas se han grabado en nuestros corazones de una manera especial, por sus atitudes y sus gestos generosos, algunos de los cuales pueden parecer simples a unos cuantos, aunque que eses cuantos sean incapazes de praticárlos.


Como no se sorpreendier con el muchacho que apareció en el aeropuerto de Los Roques, llevando un regalo buscado a las prisas para la amiga brasileña que conociera minutos antes y estaba de partida?


Como no se sorpreendier con la cordialidad de los hermanos venezolanos que, por veces, nos dieron sus direcciones y nos invitaron a quedarnos en sus casas, tan pronto nos conocian?


Como no se sorpreendier con la presteza de la chica que nos llevó al terminal de autobús en Caracas y nos ayudó en todos los tramites, y hasta corrió con nosotros para tenermos tiempo de comprar un lanche antes de la partida?


Como agradecer la amistad del muchacho que conocemos en un bus, y nos llevó a su casa, donde fuimos tratados por todos como si fuéramos de la família? Y que momentos felices vivimos con nuestra família venezolana! Pequeños grandes instantes que pintamos con colores de alegria y cariño en nuestros albumes de viage.


Como agradecer a la família peruana que tan bien nos recibió en Lima? Al tiempo me gusta medirlo no por lo que marca el reloj, sino por la intensidad con que siento lo que he vivido. Aún que yo tenga me quedado en Lima solo por un día, siento como se fueran días, junto de los amigos que conocí allá.


Eses encuentros tan encantadores fueron posibles porque esas personas que encontramos en el camino estaban preparadas para los encuentros, tenían sus brazos abiertos e sus coraciones llenos de amistad.


También nosotros estamos en el camino, por donde han de pasar muchas personas. Ojalá sepamos estar preparados para los encuentros, como estaban los amigos que hicimos en ese viaje, ojalá nuestros brazos estén abiertos para recibir eses caminantes como estaban los de ellos para recibir a nosotros.


Gracías amigos, por sus abrazos, por sus sonrísas, por su cariño, por la amistad, por todos los instantes de felicidad que compartiron con nosotros.

2 comentários:

  1. Belíssimo texto e acredito expressar o encantamento e alegrias ao longa da trip de vcs! Mais uma vez parabéns Amigos de Mochila pela linda viagem e contagiante relato!

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  2. Este texto es un exemplo de que la felicidad está en las cosas más simples de la vida.

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